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Mostrando las entradas de julio, 2017

Oración de la Sangre de Cristo

Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos movemos hoy. Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el Poder de la Sangre de Jesús sella

VEN, ESPÍRITU CREADOR

(El Papa Juan Pablo II la rezaba cada día) Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fíeles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne, Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo. Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén. V. Envía tu Espíritu y serán creados. R. Y renovarás la faz de

Rua soplo de Dios

Viento divino,  soplo de Dios, aliento de vida, llenas mi corazón Cuando el dolor me invadía y caminaba en la oscuridad, Espíritu Santo  me acompañabas.  En los momentos en los que fui herido, cuando el amor fue arrancado de mi corazón, Espíritu Santo  me acompañabas. Cuando mis esperanzas fueron destrozadas, cuando fui desviado del camino, Espíritu Santo  me acompañabas. Viento divino,  soplo de Dios, aliento de vida, llenas mi corazón En la tristeza de mi alma, tú soplabas, con una brisa me acariciabas; cuando en mi interior se agotaba mi ser, tú soplabas; en mi soledad y en mi angustia, tú soplabas; cuando no encontraba el camino, tu soplabas; mis recursos agotados y mi esperanza ya perdida,  tú soplabas, con una brisa me acariciabas. Viento divino,  soplo de Dios, aliento de vida, llenas mi corazón Cuando cayendo estaba, tu mano extendistes; y en los golpes que recibí, tu me protegistes Cuando ya era incapaz del amor, tu llegastes; las murallas de mi